Una evaluación de usuario
Luego de experimentar, hace unas semanas, las múltiples ventajas de conducir en el exterior utilizando un dispositivo de navegación satelital GPS, al regresar a Costa Rica tuve la curiosidad de probar el sistema Navigator que ofrece en nuestro país la empresa Navsat (con la cual –lo aclaro desde ahora– no tengo más relación que de ser cliente reciente).
Disponible en varios establecimientos comerciales por un precio inicial de ¢149.000 (al momento en que escribo), este sistema ofrece:
- El dispositivo Navigator en sí, pre-configurado con el mapa completo de carreteras de Costa Rica; y,
- Un año de servicio de información de tránsito (congestión vial, accidentes, cierre de carreteras, etc.), que se recibe por medio de algunas de las dos antenas adicionales incluidas en el paquete.
El aparato requiere de una configuración mínima, que se realiza la primera vez que lo enciende, incluyendo cosas tales como elegir el tipo de voz que utilizará para darle indicaciones de manejo de forma verbal. En mi caso, escogí una agradable voz femenina, con acento de España, que resulta muy clara y placentera de escuchar.
Según se indica en el apartado de preguntas frecuentes del sitio web de la empresa, al cabo del año se puede decidir si continuar o no recibiendo el servicio de información de tránsito, con un costo de seis dólares mensuales.
La utilidad principal de un sistema de navegación satelital, desde luego, está en determinar cómo llegar desde el punto A hasta el punto B. En un país tan pequeño como Costa Rica, usted podría creer que un sistema de esta clase le puede traer poca o ninguna utilidad, ya que en términos generales uno cree saber cómo llegar a todas partes con relativa facilidad. Sin embargo, estaría equivocado y voy a intentar explicar brevemente por qué.
En el diario ajetreo de trasladarnos desde un lugar a otro, usualmente nos encontramos ante una de tres alternativas:
- El destino es un lugar desconocido –o poco conocido– y no tenemos una idea precisa de cómo llegar. En este caso, las bondades de un sistema como el Navigator son obvias, pues no sólo le dirá la ruta sino que procurará llevarlo además bajo las mejores condiciones de tránsito posibles.
- El destino es un lugar más o menos familiar, pero no estamos 100% seguros acerca de cuál pueda ser la mejor trayectoria entre las diversas alternativas que conocemos. En tal supuesto, el Navigator también le resultará de provecho y en su recorrido podría incluso sorprenderse de conocer nuevas posibles rutas, o bien apreciar las ventajas de un recorrido que quizás no hubiera sido su primera elección. O bien,
- El destino es un sitio bien conocido, respecto del cual uno está seguro de conocer la ruta óptima. Aún en este escenario, descubrirá que el Navigator puede ahorrarle tiempo y molestias, ya que el volumen de tránsito podría ser distinto del normal en ese día en particular, o bien podría haber ocurrido algún accidente u otra circunstancia que haga que tomar ese camino familiar no sea lo más deseable en ese momento.
Pero lo anterior no es todo. El Navigator contiene una base de datos de puntos de interés que se puede aprovechar no sólo como destinos por sí mismos, sino además como referencias para ubicar otras direcciones situadas en los alrededores de dichos puntos. Se incluye información de restaurantes, parqueos, gasolineras y otras clases de establecimientos comerciales. Suponga que descubre que necesita combustible o que se le ha pinchado un neumático. En un caso como este, puede pedirle al Navigator que le indique cuál es la estación de servicio más cercana al sitio en que se encuentra, lo cual es de obvia utilidad. La base de datos de restaurantes está clasificada por tipos de comidas, de modo que usted puede, por ejemplo, pedirle al Navigator que le muestre cuáles son los restaurantes de comida italiana más cercanos a su lugar de destino, o sobre la ruta actual o bien respecto de su ubicación en ese preciso momento.
Al llegar a cualquier sitio, usted puede fácilmente agregar la dirección a una base de datos de lugares Favoritos, facilitando la navegación futura hacia sus destinos frecuentes. Esta base de datos puede ser respaldada en su computador por medio del cable de conexión USB incluido y del software que se obtiene al registrar su dispositivo por medio de Internet en el sitio www.naviextras.com. Este mecanismo también es el que se utiliza para descargar futuras actualizaciones de mapas o bien del propio software del aparato.
En la determinación de rutas, usted puede especificarle al Navigator que emplee ciertos parámetros. Por ejemplo, si lo desea puede especificar que no le lleve por carreteras de peaje, o bien que tome en cuenta vías no asfaltadas (que normalmente se excluye). También puede elegir entre recorridos alternos; aunque usualmente usted querrá que el dispositivo lo guíe por la ruta más rápida a su destino, también podría optar, por ejemplo, por un trayecto no necesariamente más rápido sino más "fácil" (imagino que esto implica cosas tales como minimizar el número de giros a la izquierda en vías de doble sentido, que suelen ser una de las principales causas de problemas al manejar).
El mapa de carreteras incluye además la información relativa a los límites de velocidad permitidos en cada lugar. De este modo, el Navigator puede advertirle si ha excedido la velocidad legal a lo largo de su camino. Claro está, todos sabemos que en muchos sitios de nuestro país, esos límites son francamente ridículos, pero eso no es culpa del Navigator... prepárese para escuchar “Ha excedido el límite de velocidad” en los lugares más increíbles. El dispositivo tiene además un detector de radar, cuyo uso sin embargo es técnicamente ilegal en Costa Rica (artículo 119 de la Ley de Tránsito).
A medida que he estado usando el Navigator, se me han estado ocurriendo otras ventajas del dispositivo en las que uno al principio podría no pensar. Suponga, por ejemplo, que va usted conduciendo por una carretera rural con la que no está demasiado familiarizado, bajo condiciones de niebla o de lluvia intensas. Probablemente todos los conductores nos hayamos encontrado alguna vez en una peligrosa situación de esas, en las que la visibilidad se reduce prácticamente a cero. En este caso, el Navigator podría literalmente salvarle la vida, mostrándole por dónde va la carretera (siempre y cuando, obvio, las condiciones del clima no le hagan perder la señal GPS).
Ahora bien, dicho todo lo anterior, no puedo ocultar que he encontrado algunos problemas y deficiencias con el uso del Navigator. Por ejemplo, en algunos casos me ha hecho la indicación de realizar virajes claramente ilegales. En estos casos, he optado por enviar un correo electrónico a la empresa reportando el problema. Hasta ahora, la respuesta ha sido rápida, indicándome que se hará la corrección en la siguiente actualización del mapa.
Por otro lado, he descubierto que la información sobre el estado del tránsito no siempre es la más precisa, por decirlo amablemente. Ha habido varias ocasiones en las que el dispositivo me ha "embarcado", como decimos popularmente en Costa Rica, llevándome directo hacia espantosos embotellamientos (como el de la fotografía anexa). He notado que esto es particularmente cierto en San Pedro de Montes de Oca, por ejemplo en los alrededores de la Universidad Latina y el Colegio Calasanz. La página web de la empresa distribuidora asegura que la información de tránsito se obtiene a partir de sensores y de los datos que reportan sus colaboradores motorizados. Si es así, puedo asegurar que se necesitan muchos más de esos en áreas como San Pedro, Sabanilla y Guadalupe. Además, a veces sucede que si decido hacer una corrección del rumbo sugerido, el tiempo estimado de llegada al destino mejora, llevándome a preguntar en voz alta, “¿Entonces por qué no me propusiste esta ruta desde el principio?”. Nunca me responde. ;-)
Otro problema es que, al menos por el momento, no es posible especificar destinos por medio de coordenadas geográficas (latitud y longitud), lo cual parece extraño, ya que cuando se almacena una dirección como favorita, el aparato despliega esos datos en pantalla, junto con el de la altitud. Tampoco es posible almacenar rutas personalizadas, para el caso de que uno quiera seguir una trayectoria predeterminada, quizás aprovechando únicamente la información de tránsito del Navigator.
Otras cuestiones:
- El paquete incluye una guía rápida de usuario (lo cual es bueno), pero no existe –que yo sepa– la posibilidad de obtener un manual más completo, que explique cosas que no aparecen en la guía. Por ejemplo, no hay explicación para algunos de los colores y símbolos que se ven en pantalla. Una manual electrónico (HTML o PDF, quizás) sería muy deseable.
- La duración de la carga de la batería interna debería ser mejor. Se toma más tiempo cargándola que lo que tarda en necesitar una recarga. El dispositivo incluye un conector para el encendedor del carro, pero estos no solo resultan estéticamente impresentables, sino que el mío al menos tiende a desconectarse –y a apagar el Navigator– al pasar por algún bache... cosa nada inusual en Costa Rica (suspiro).
- La empresa vende separadamente un estuche para el dispositivo, pero no se puede adquirir más que en sus oficinas centrales. No me explico por qué no está disponible en los mismos puntos de venta del paquete.
Con todo y todo, siento que, en balance, la experiencia de utilizar el Navigator ha sido buena. Hay que agregar que el dispositivo tiene la capacidad de almacenar mapas de otros países, por medio de tarjetas de memoria. Dichos mapas se pueden descargar desde Internet y permiten sacarle provecho adicional al aparato en algún viaje al exterior.
Espero que el sistema adquiera una cantidad suficiente de usuarios que permitan a la empresa distribuidora mantenerse y ofrecer mejores servicios y/o precios en el futuro. Aquellos de nosotros que no consideramos el manejo diario precisamente como la experiencia más gratificante lo apreciaríamos mucho.
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