7 de abril de 2010

Presidente Arias apoya uniones civiles homosexuales

Haciendo honor a su condición de estadista y de Premio Nobel de la Paz, el Presidente Óscar Arias ha dicho -sin subterfugios ni medias tintas- que está a favor de otorgarle efectos legales a las uniones civiles de personas del mismo sexo. Cobertura en La Nación, Extra y La Prensa Libre.

No dejo de recordar, con amargura, cómo -hace casi cuatro años ya- esperaba más de esta Asamblea Legislativa en lo relativo al tema.

De paso, recomiendo también "¿Conspiración anticatólica?", del colega Gustavo Román, también en La Nación de hoy.

2 comentarios:

Jorge Fallas dijo...

Respecto a la columna "Conspiración Anti-Católica" yo diría que el autor de la misma muestra ignorancia en ciertos puntos.

Primero, cuando habla del "Ciudadano Ratzinger" no se da cuenta que él es la cabeza de gobierno de un estado soberano, no un mero ciudadano. Como tal, tiene inmunidad y no se le puede arrestar o compeler a presentarse en un juzgado de otro país. Si de verdad quieren hacerlo, se debe invadir el Vaticano, deponerlo y enviarlo al país. Incluso ahí sería ir muy lejos. Noriega fue al menos deportado primero, y Hussein fue juzgado por su propio país. Sería un completo cambio en las relaciones de los Estados, y algo que no creo nadie se atreva a sugerir.

Por otra parte, el escándalo que se menciona en los EEUU corresponde a un sacerdote que abusó de más de 200 niños sordos. Dicho sacerdote murió tres años antes de que Ratzinger, como jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, le fuera asignado en 2001 el estudio de estos casos por su antecesor, Juan Pablo II.

El principal responsable de encubrir al sacerdoe fue el arzobispo de Milwaukee, Rembert Weakland. Weakland es por cierto un sacerdote que le caería muy bien a usted, don Herman y su grupito: es un obispo que tenía "ideas progresistas" como la oposición a la doctrina de la Iglesia respecto a los anticonceptivos y el aborto.

Además, Weakland es un homosexual confeso, y desvió fondos de su parroquia para pagarle $450,000 a su amante, para evitar una demanda.

No hay duda que es una persecución anti-católica: es contra católicos como Ratzinger, por sus posicines tradicionalistas, el que es castigado y defamado injustamente por las faltas de un Arzobispo que actúa a tono con los tiempos modernos, y que con sus acciones ha desecrado el buen nombre de la Iglesia.

Christian Hess Araya dijo...

Don Jorge: Gracias por su comentario. Dudo que me simpatice el padrecito ese que menciona. En cuanto a "don Herman y su grupito", no sabría qué decirle, ya que no sé a quién se refiere.