Según informa hoy el diario La Nación, la Sala Constitucional ha ordenado a un colegio privado católico no discriminar a una de sus estudiantes, por el hecho de profesar una confesión diferente. "Los colegios privados no podrán solicitar como un requisito de admisión que los estudiantes sean de una religión determinada. Tampoco podrán obligarlos a recibir lecciones de religión, pese a que el centro educativo sea dirigido por monjas o sacerdotes."
Los hechos ocurrieron en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús de Cartago, en el que a una estudiante de sétimo año, "además de obligársele a recibir lecciones de religión, se le ofendía verbalmente y recriminaba constantemente por ser de otra religión".
La dirección del colegio sostiene que nunca hubo intención de discriminar.
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