El infierno en 64 bits

Hace unas semanas compré una nueva portátil. Venía con el Windows Vista, edición de 64 bits, preinstalado y, al principio, debo confesar que me impresionó mucho con su aspecto, poder y velocidad. Me sentía como parte de la elite tecnológica y en camino de admitir que quizás la mala fama de Vista fuera injusta... hasta que comencé a instalar aplicaciones adicionales.

Primero descubrí que, a pesar de que la instalación concluía exitosamente, dos de mis utilitarios preferidos (Folder Guide y Ninotech Path Copy) no funcionaban como debían. Luego, comenzó a irritarme el sinfín de advertencias de "Windows necesita su permiso para continuar" antes de hacer prácticamente cualquier cosa (de hecho, hasta la fecha no he logrado que otro magnífico utilitario, Workrave, inicie automáticamente al encender el sistema; siempre debo pasar por un par de opciones de esas de seguridad).

Acto seguido, encontré una extraña incompatibilidad entre el software de seguridad TrueCrypt y el antivirus Norton 360 (que venía preinstalado también). Digo que "extraña", porque muchas veces he utilizado ambas aplicaciones bajo Windows XP sin ningún problema.

Entonces, para mi horror y espanto, Windows se negó a instalar los controladores necesarios para sincronizar mi teléfono Palm Centro. Quizás se entienda mejor mi angustia si digo que la Palm es el dispositivo alrededor del cual gira toda la organización de mi vida personal y laboral. Por ejemplo, desde hace años acostumbro usar Ultrasoft Money en la Palm durante la semana para ingresar datos financieros, que sincronizo los fines de semana con Microsoft Money en la PC. Así es que la perspectiva de no poder sincronizar el teléfono con la computadora era completamente inaceptable.

Una vista al sitio web de Palm confirmó mis temores: no se puede sincronizar la Palm con Vista de 64 bits por medio del cable USB. La única opción era descargar e instalar la versión 6.2 del Palm Desktop y luego sincronizar vía Bluetooth. No sonaba mal, así es que procedí por esa vía hasta el punto en que debía marcar la casilla de Bluetooth en el HotSync Manager, como mecanismo de sincronización... y la casilla no existía. Regresé al sitio de Palm y pasé alrededor de una hora en un "chat" en vivo con uno de los técnicos de soporte, quien me guió a través de un laberinto de configuración de puertos COM y otras opciones esotéricas... pero nada. Lo extraño es que la comunicación Bluetooth entre la laptop y el teléfono funcionaba perfectamente para cosas tales como enviar imágenes de uno a otro, pero no había manera de sincronizar los datos del Palm Desktop.

Seguidamente, decidí intentar hacer trampa: instalé VirtualBox y una máquina virtual de Windows XP, con la esperanza de poder sincronizar la Palm por esa vía y luego trasladar los datos necesarios al sistema anfitrión vía una carpeta compartida. No funcionó. Aparentemente, si el sistema base (o sea, Vista) no es capaz de instalar los controladores de la Palm, el sistema huesped (o sea, XP) no puede acceder a ellos tampoco.

Exasperado, opté finalmente por la opción termonuclear: aproveché que la laptop trae CDs de recuperación tanto para la versión de 64 bits de Vista como para la de 32 y sustituí la primera con la segunda. Luego, sustituí Norton 360 por la suite gratuita Comodo Internet Security.

Y ahora todo funciona perfectamente... excepto por las interminables confirmaciones de seguridad. Para superar eso, parece que habrá que esperar hasta que llegue Windows 7. :-(


Nota posterior: Para las/los más tecnológicamente orientados(as), este artículo resuelve el misterio de por qué no me funcionaban las mencionadas aplicaciones y dispositivos: "How Windows 7 / Vista 64 Support 32 bit Applications" (1/7/2009).