Los últimos días han sido de locos. Aparte del trajinar ordinario de la vida personal y laboral, este par de semanas ha estado marcado por un súbito y grave decaimiento en la salud de mi madre, así como por un nuevo intento por convertir a mi esposa Ana Lorena en una pieza más del podrido ajedrez político de este país.
En el caso de mamá, confío en que la ciencia médica hará todo lo que se pueda por ella y que saldrá avante con éxito. En el de mi esposa, sé que ella misma -peleadora como es- dirá su verdad fuerte y claro y que saldrá fortalecida como persona y como profesional, con la frente en alto.
Entretanto, han sido muchas las muestras de cariño y confianza que nos han llegado ante estas dos circunstancias que nos afectan. Algunas grandes y otras pequeñas, pero igualmente bienvenidas. Vienen de familia y amigos, pero también de personas ajenas de buena fe. Gracias a todas y todos.
2 comentarios:
No afloje Christian.
Respeto, razon y honestidad!
Muchísimas gracias, Sergio.
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