29 de noviembre de 2010

Nuestras imperfecciones evolutivas. ¡Interesantísimo!

Un artículo publicado en el sitio web del Smithsonian enumera, de forma humorística pero precisa y sintética, 10 notables "imperfecciones" del cuerpo humano que son resultado -y, a la vez, evidencia- del proceso evolutivo. Entérese, por ejemplo, acerca del por qué de:
  • El hipo
  • Los dolores de espalda
  • Las hernias inguinales
  • La "piel de gallina"
  • Las "muelas del juicio" (cordales)
  • La obesidad
Fuente: "The Top Ten Daily Consequences of Having Evolved".

2 comentarios:

Jorge Fallas dijo...

Entonces, el argumento es que la imperfección de los seres vivos demuestra que no son creados, sino que evolucionan. O, alternativametne, que un Creador (llámese Dios o como se quiera) nunca crearía seres imperfectos, o al menso estructuas inútiles. Pero este argumento, sea válido o no, es de naturaleza teológica y no científica, y no puede afirmarse o contradecirse apelando al método científico.

Christian Hess Araya dijo...

Don Jorge:

Su comentario me toma por sorpresa, ya que ni el artículo de Smithsonian ni la mención que hice de él dicen nada acerca del tema de creación versus evolución. De hecho, me parece que la principal utilidad del artículo es rectificar la noción -común, pero errónea- de que la evolución es un proceso continuo y lineal de mejoras, cuando, en realidad, las mutaciones que la impulsan pueden producir retrocesos (como el cáncer) o conducir a callejones evolutivos sin salida (como en el caso de los órganos vestigiales). Es la selección natural -que no es casual o aleatoria- la que promueve que se conserven solo las adaptaciones favorables, o, al menos, las inocuas.

Por otra parte, ya que usted introduce el tema, le diré que, efectivamente, me parece que las características fisiológicas que menciona el artículo de Smithsonian (más otras muchas más que podríamos agregar, como el punto ciego de los ojos; el tamaño excesivo del cráneo de los bebés en comparación con el ancho de la vagina de la madre; la ausencia de duplicidad de órganos críticos como el corazón a pesar de que otros sí la tienen, como los pulmones, etc., etc.) sirven como un poderoso argumento en contra de un "diseño inteligente" del cuerpo humano. Y ni siquiera hablemos de los "diseños fallidos" de los otros homínidos que se terminaron extinguiendo, como los Neandertales. Si todo esto es el resultado del trabajo de un diseñador, no hay duda de que sería bastante incompetente. En cualquier escuela de ingeniería lo reprobarían. O, como decía el finado comediante George Carlin, "Si esto es lo mejor que Dios puede hacer, no estoy impresionado."

Finalmente, sí, claro, estos son argumentos de filosofía de la ciencia y no de ciencia pura. ¿Y?