8 de julio de 2008

Impresionado con Ubuntu 8.04

Luego de algunas experiencias pasadas con el sistema operativo Linux (no demasiado malas, pero tampoco particularmente satisfactorias), recientemente decidí darle un vistazo a la versión 8.04 de la distribución -o “distro”, según los entendidos- de Ubuntu, conocida también como “Hardy Heron”. Lo que sigue es un relato más o menos detallado (y más o menos ordenado) de lo acontecido hasta hoy, por si fuera de interés o de ayuda para otras personas.

La idea era instalar Ubuntu en mi portátil (una Dell Inspiron 6400), de modo que el nuevo sistema coexistiera con la instalación preexistente de Windows XP Home Edition. En otras palabras, el objetivo era obtener un esquema conocido como “dual boot”. Además, quería que Ubuntu tuviese acceso a mis documentos y demás archivos igualmente preexistentes, con posibilidades tanto de lectura como de escritura.

Mi portátil no es un modelo reciente ni poderoso conforme a los estándares actuales. Tiene apenas 512 MB de RAM y un modesto disco duro de 40 GB, de modo que tendría que tratar de encontrar la distribución óptima del espacio disponible. De hecho, parte del experimento era justamente ver qué nivel de prestaciones podría obtener de Linux en un equipo de esas características.

A. Preparación

El primer paso fue visitar el sitio web de Ubuntu y bajar una copia del archivo ISO necesario para crear un CD de arranque, o “Live CD”. Con mi conexión ADSL de 512 kbps, la descarga tomó 3:30 horas. Grabé el disco y reinicié la portátil (nota: si desea reproducir estos pasos, es posible que primero deba reconfigurar su máquina para asegurar que la secuencia de dispositivos de arranque pase primero por la unidad de CD/DVD antes que el disco duro).

Una vez iniciado el sistema con el CD, el plan era comprobar hasta qué punto funcionaban adecuadamente el equipo y todos sus dispositivos. En general, el desempeño se veía bien, excepto que no logré activar el receptor “wi-fi” para establecer una conexión inalámbrica a la Internet. Como veremos más adelante, esto llegó a convertirse en el desafío principal de todo el experimento.

Una vez decidido a seguir adelante, lo siguiente era reiniciar Windows y tomar ciertas medidas de precaución y de preparación para el caso de que se diera algún desastre. Esto es absolutamente crítico antes de intentar algo parecido con su computadora.

Una instalación fallida de Linux (o de cualquier otro sistema operativo) podría dar al traste también con la instalación preexistente de Windows, de modo que hay que contar con las herramientas necesarias para recuperarse exitosamente en caso de que suceda lo peor. Es decir, hay que hacer “medicina preventiva” primero. En mi caso, el CD original de reinstalación de Windows venía con la portátil y, además, tengo por norma guardar copias en CD de los programas instaladores del software más importante que utilizo, así es que esa parte estaba cubierta. Luego, obtuve una copia de un excelente freeware para Windows llamado DriverMax, con el cual hice un respaldo de todos los administradores de dispositivos (“drivers”) de mi sistema, lo cual -en caso necesario- me permitiría reinstalarlos más rápidamente que hacerlo uno por uno. Finalmente, sobra decir que respaldé todos mis documentos y archivos de importancia.

A continuación, en procesos de esta clase es importante preparar el disco duro para un aprovechamiento correcto del espacio. Lo primero es eliminar la basura: desinstalar programas innecesarios, borrar archivos temporales, etc. Luego, desfragmentar el disco para crear el o los espacios libres continuos más grandes que sea posible.

Para asegurar un acceso óptimo a los documentos y archivos personales en general, tanto desde Windows como desde Ubuntu, lo ideal es colocarlos en su propia partición independiente. Además, conviene crearla usando el formato FAT32, ya que entiendo que Linux aun no puede escribir confiablemente a sistemas de archivos NTFS (ver nota del 10/7/2008 al final). Así es que el paso siguiente fue recurrir nuevamente al Live CD y aprovechar la herramienta de particionamiento GPartEd que viene incluida para crear un espacio de 10 GB y mover allí “Mis documentos” de Windows.

Hecho todo lo anterior y verificado que Windows arrancaba normalmente y no tenía problema alguno de acceso a los documentos en la nueva partición E:, estaba listo para instalar Ubuntu.

B. Instalación

Inserté nuevamente el Live CD de Ubuntu, reinicié la portátil y, una vez concluido el arranque inicial, seleccioné la opción de instalación. Durante el proceso, escogí editar manualmente la tabla de particionamiento del disco, con el fin de especificar un espacio de 10 GB para el sistema operativo y otro de 1 GB como área de intercambio (“swap”). No elegí crear una partición separada para “home”, ya que, como dije anteriormente, mi intención era centralizar el almacenamiento de documentos personales en el espacio compartido con Windows.

El proceso se realizó sin contratiempos y tomó aproximadamente entre 30 y 40 minutos. Al finalizar, extraje el CD de instalación, reinicié la máquina y, efectivamente, apareció el menú de arranque GRUB, que me permite optar cada vez si iniciar Ubuntu (que es la opción predeterminada) o Windows.

El proceso completo de inicio de Ubuntu es muy rápido; mucho más veloz que el de Windows XP. Sin embargo, noté, con desencanto, que no había conexión inalámbrica de Internet. Me tomó varias visitas a la documentación de soporte de Ubuntu (vía una conexión alámbrica que por fortuna sí funcionaba perfectamente) para encontrar una solución: instalar y luego ejecutar la aplicación “ndiswrapper” para localizar e instalar el “driver” de Windows para el adaptador wi-fi integrado de la portátil.

C. Trabajando con Ubuntu

Con la excepción del lío que fue activar la conexión inalámbrica, es muy poco lo que me ha dado problemas a la hora de trabajar con Ubuntu. Quizás la instalación del complemento Adobe Flash Player en el navegador Firefox fue lo único que requirió de alguna investigación y esfuerzo adicional (lo que solucioné siguiendo las instrucciones disponibles en el sitio web de Adobe).

He ido personalizando la interface, así como quitando y agregando aplicaciones, con poca o ninguna dificultad. Descubrí con alegría que algunos programas importantes con los que solía trabajar rutinariamente en Windows están ampliamente disponibles para Linux también, incluyendo a Skype, Messenger (por vía del “clon” llamado aMSN), Workrave (instalable desde Ubuntu) y TrueCrypt. Una vez instalado Wine (me pregunto por qué no está incluido en la configuración básica), logré instalar y ejecutar KeePass Password Safe Portable, el excelente software gratuito de administración de contraseñas y otros datos confidenciales. Sin embargo, no me funciona PhraseExpress (software de autotextos), el cual echo mucho de menos.

También instalé Thunderbird (disponible vía Ubuntu) como cliente de correo electrónico, logrando importar sin problemas tanto la libreta de direcciones como el certificado digital que tengo instalado en la versión para Windows.

En lo que se refiere a impresión de documentos, bastó conectar y encender mi multifuncional HP OfficeJet 4255 AIO para que Ubuntu lo reconociera e instalara lo necesario. Pocos segundos después pude imprimir una carta sin ninguna dificultad.

Hasta ahora solo encuentro una razón en particular para tener que arrancar la máquina con Windows: cuando necesito ordenar mis finanzas, ya que para eso uso Microsoft Money desde hace varios años. Ya sé que hay programas compatibles para Linux, pero el problema es que uso Money en sincronía con el programa Ultrasoft Money, que tengo instalado en mi Palm Treo y de éste último creo que no hay algo comparable en Linux.

En resumen, mi veredicto sobre Ubuntu hasta ahora es muy favorable. Me entusiasma lo mucho que ha progresado en términos de amigabilidad. Aunque pienso que algunas cosas siguen estando fuera del alcance del usuario promedio, me da la impresión de que no es tanto lo que hace falta para tornarlo atractivo para las grandes masas.

Tengo, eso sí, algunas pequeñas dudas y quejas:
  • Luego de la instalación inicial, debí pasar largo rato conectado, descargando e instalando actualizaciones de diversos componentes. Me pregunto por qué la imagen ISO que se descarga del sitio web no las trae ya incluidas.
  • Extrañamente, cuando inicio la portátil, la conexión inalámbrica funciona por algunos momentos y luego se desactiva. Debo ingresar a la herramienta respectiva para reestablecerla, a partir de cuyo momento sigue funcionando en adelante sin problemas.
  • La sensibilidad del TouchPad integrado de la portátil es menor que en Windows. Frecuentemente debo tocar varias veces antes de que registre un clic. No he logrado encontrar aun cómo hacerlo más sensible.
Bien, es todo por ahora. En artículos futuros (y actualizaciones que haré de éste a medida que recuerde detalles que debí incluir aquí), seguiré reportando acerca de mis experiencias en el mundo de Ubuntu Linux.

Notas posteriores:
  • 9/7/2008: Impresionante. Acabo de instalar el utilitario XSane Image Scanner; coloqué un documento cualquiera en la HP OfficeJet, hice clic en el botón de escanear y listo: documento instantaneamente escaneado. Nada de demoras, problemas ni complicaciones.
  • 10/7/2008: Aunque arriba dije (y reitero) que tengo entendido que Linux no puede escribir confiablemente a particiones NTFS, lo cierto es que no he tenido problema alguno hasta ahora al hacerlo. Por ejemplo, he movido o copiado diversos archivos desde el escritorio de Ubuntu al de Windows (o sea, a la carpeta C:\Documents and settings\\Desktop) sin dificultad. Luego, inicio Windows y -efectivamente- encuentro allí los archivos trasladados, sin daño alguno.

2 comentarios:

Andrés dijo...

Muy buen articulo Christian!! gracias por enviarme el link al correo de la comunidad Linux Costa Rica. A la cual claramente estas invitado a unirte, lo cual seria un honor para nosotros.

Saludos, Andres

CR Reiche dijo...

Hace ya aproximadamente un año convertí mi PC para que trabajara con un dual boot (Windows Xp y kubuntu) desde entonces no he utilizado el Windows. Es más he decidido quitarlo para darle cabida a otros programas. Pero lo más interesante de todo es la investigación y conocimiento a la que me llevado el mundo del Software Libre y de Código abierto. Y si desde las últimas versiones a esta la cosa mejoró bastante.

Saludos,
Carlos R Reiche