19 de junio de 2008

Culpan a terapia de oración por muerte de adolescente

De acuerdo con un reportaje publicado hoy por la CNN, un joven estadounidense de 16 años falleció luego de que él mismo y su familia optaran por intentar tratar un problema médico únicamente por medio de la oración. Hace pocos meses, una prima suya -de tan solo un año y tres meses de edad- también había fallecido de neumonía y de una infección en la sangre, bajo similares circunstancias.

Neil Beagley era miembro -al igual que sus padres- de la denominada iglesia "Seguidores de Cristo". El joven sufría de obstrucción del tracto urinario. Un urólogo habría podido tratar con facilidad el problema, simplemente colocándole un catéter. En vez de eso, Beagley (quien bajo la legislación del estado de Oregon ya tenía edad suficiente para decidir si recibir o no tratamiento médico) y sus padres decidieron rezar. Debido a la obstrucción existente, el nivel de úrea en la sangre del adolescente creció hasta el punto de dañarle los riñones y otros órganos vitales. Finalmente, le falló el corazón y murió.

Los padres de su prima -que también pertenecen a la misma iglesia- han sido acusados penalmente. Planean defenderse alegando libertad de culto.

17 de junio de 2008

Información valiosa acerca de Firefox 3

Artículos muy útiles -como suelen serlo en LifeHacker (uno de mis sitios web predilectos)- acerca de la nueva versión de Mozilla Firefox:
Todos altamente recomendados.

Nuevo proyecto de ley sobre software libre

En La Gaceta Nº 115 del 16 de junio, aparece publicado un nuevo proyecto de ley de "Utilización del software libre en las instituciones del Estado" (expediente Nº 16.912), iniciativa de los diputados Alberto Salom Echeverría y Andrea Morales Díaz. Se indica que la iniciativa pasó a estudio e informe de la Comisión Especial de Ciencia y Tecnología.

El texto se puede descargar también desde el sitio web de la Asamblea Legislativa (archivo en formato de Microsoft Word).

Nota del 28/6/2008: en La Nación de hoy, el diputado Salom Echeverría publica el artículo "Libre es mejor", en el que justifica la presentación del proyecto de ley.

14 de junio de 2008

¡Ya viene Firefox 3!


El próximo martes, la versión 3.0 de Mozilla Firefox verá la luz. Se anticipa lograr un record mundial de descargas tan pronto sea liberada la aplicación.

Para participar en este esfuerzo, haga clic aquí.

13 de junio de 2008

Dios y el clásico problema del mal

"Holiday in Hellmouth", artículo de James Wood publicado recientemente en "The New Yorker" (y transcrito en el sitio web de Sam Harris), contiene una exposición -algo larga, pero interesantísima- de las reflexiones del autor en torno al clásico "problema del mal". Dicho problema aparece recogido de modo clásico en la cita atribuida por David Hume (en sus "Diálogos acerca de la religión natural", de 1779) a Epicuro y que establece, en síntesis: "Si Dios está dispuesto a prevenir el mal, pero es incapaz de hacerlo, entonces no es omnipotente. Si es capaz de hacerlo, pero no está dispuesto, entonces es malévolo. Si es capaz y está dispuesto, ¿entonces por qué existe el mal? Y si no es ni capaz ni está dispuesto, ¿entonces por qué llamarlo Dios?". Lectura recomendada.

11 de junio de 2008

Cuarta edición de la LJC

Hace algunas semanas salió a distribución la nueva edición (cuarta) de la "Ley de la Jurisdicción Constitucional anotada, concordada y con jurisprudencia procesal" que he venido publicando desde hace varios años en conjunto con mi esposa, Ana Lorena Brenes Esquivel. El contenido de la obra es el siguiente:
  • Presentación
  • Notas preliminares
  • Primera parte: Ley de la Jurisdicción Constitucional (texto simple)
  • Segunda parte: Ley de la Jurisdicción Constitucional anotada, concordada y con jurisprudencia procesal
  • Anexo I: Guía práctica para la preparación de recursos de amparo
  • Anexo II: Guía práctica para la preparación de acciones de inconstitucionalidad
  • Anexo III: Proyecto de reforma al artículo 48 de la Constitución Política
  • Anexo IV: Proyecto de reforma al artículo 4 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional
  • Anexo V: Índice analítico
Se encuentra a la venta en librerías jurídicas del país. Espero que sea de provecho para litigantes, funcionarios judiciales, universitarios, estudiosos del Derecho constitucional y público en general. Asimismo recuerdo que también puede ser adquirida fuera del país, por medio de Lulu.com

9 de junio de 2008

Llamado a colaborar

Aldeas Infantiles SOS Costa Rica es una organización internacional privada a nivel mundial de ayuda a la infancia, sin ánimo de lucro, interconfesional e independiente de toda orientación política. Es miembra de la UNESCO y cuenta con un asesor permanente en el Consejo Económico y Social de la ONU.

Su objetivo es ofrecer a los niños y niñas una familia, un hogar estable y una formación sólida para alcanzar una vida autónoma. Adopta un modelo familiar de carácter universal, cuyo contenido está definido por las características sociales y culturales propias de cada país.

Su misión es integrar social y familiarmente a los niños y niñas que les sean confiados de forma eficaz y positiva, impulsando su autonomía y emancipación en igualdad de derechos y obligaciones que el resto de jóvenes, consiguiendo que sean y se sientan ciudadanos válidos para la sociedad.

Usted puede colaborar convirtiéndose en Amigo(a) de Aldeas SOS. Por favor complete el formulario que aparece en el sitio web de esa organización. Gracias de antemano.

20 de mayo de 2008

¿Y la agenda digital?

Artículo publicado en La Nación del 25 de mayo del 2008.

A las puertas de ingresar en funciones el presente gobierno, publiqué en estas mismas páginas un artículo titulado “Retomar la agenda digital” (La Nación, 2/4/2006). En él expresaba mi esperanza de que las autoridades entrantes supieran impulsar la iniciativa de gobierno electrónico, así como “reconocer su importancia y que sus propuestas encuentren respaldo desde la propia Presidencia, porque el programa de e-gobierno que no cuente con un apoyo firme al más alto nivel estará irremediablemente condenado al fracaso, o, cuando menos, a la irrelevancia”. Y, en efecto, las cosas pintaron bien cuando, el propio 8 de mayo, uno de los primeros decretos que emitió el nuevo gobierno fue el establecimiento de una Comisión Intersectorial de Gobierno Digital, bajo responsabilidad directa de la Vicepresidencia de la República.

A dos años cumplidos de esa iniciativa, cabe preguntar: ¿cuáles han sido sus frutos? Si bien algunos programas puntuales han sido puestos en marcha exitosamente, ¿cuánto se ha avanzado a nivel macro? ¿Están ya los ciudadanos costarricenses en plena posibilidad de relacionarse electrónicamente con la Administración Pública? ¿Han desaparecido las “islas de información” formadas por sistemas institucionales incapaces de comunicarse entre sí para compartir datos? Las respuestas no son positivas. En algunos aspectos cruciales, el panorama sigue siendo el mismo de hace dos años.

Una señal preocupante desde el principio fue la decisión de mantener separada la dirección del proyecto de creación de un sistema nacional de certificación y firma digital (heredado de la administración anterior) de la del nuevo programa de gobierno electrónico. Esto siempre me pareció particularmente extraño, considerando que la firma digital es un habilitador por excelencia del e-gobierno, en cuanto dota a los ciudadanos de un medio técnico para ejercer sus derechos frente a la Administración de modo seguro y fehaciente; y porque, al actuar de este modo, se traducía una impresión, correcta o no, de que a este proyecto no se asignaría la misma prioridad. Más adelante vino la salida del gobierno del vicepresidente Casas, que aunque obedeció a otros motivos, en la práctica ha venido a marcar un “antes de” y un “después de” en el programa de gobierno digital.

En una óptica más favorable, nuestro Poder Ejecutivo suscribió el año pasado, con España y los demás gobiernos de la región, una “Carta Iberoamericana de Gobierno Electrónico” (descargar pdf), que establece una serie de principios rectores y compromisos en esta materia que es imperioso –en mi criterio– impulsar con fuerza. Experiencias puestas en práctica, especialmente por países de la Unión Europea, revelan el potencial impresionante que la tecnología ofrece, empoderando a los ciudadanos para que puedan plantear gestiones e iniciativas a los gobernantes, recibir servicios y tener acceso lo más amplio posible a la información pública. El e-gobierno, hay que insistir, constituye una herramienta proactiva de transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana, así como un instrumento para la lucha contra la corrupción.

Sí, ya sé que no contamos con los mismos recursos que los europeos, así como que los límites temporales que impone nuestro sistema presidencial establecen restricciones angustiosas a lo que es posible planear y hacer. Pero en vez de buscar excusas para hacer poco o nada, hay que centrarnos en buscar propuestas concretas y realistas para poner en marcha las metas de la citada Carta Iberoamericana. Destaca, en este sentido, el reciente aporte hecho por el Club de Investigación Tecnológica (véase el artículo de don Roberto Sasso en La Nación del 22 de abril pasado).

En lo personal, creo que es necesario que la responsabilidad y coordinación general de los proyectos de e-gobierno recaigan en una instancia permanente y de alto nivel, no en una comisión intersectorial o secretaría técnica. Esa instancia debería estar dotada de competencias asignadas por ley, no por decreto ejecutivo, para llevar adelante su misión. Y puesto que un proyecto exitoso de gobierno digital necesariamente involucra el rediseño de procesos administrativos y la simplificación de trámites, me parece importante –siguiendo un modelo como el español– fundir los esfuerzos de coordinación institucional, reforma del Estado y planificación, que hoy recaen en distintas dependencias, en un solo Ministerio de Administración Pública, que tenga el “músculo” político, jurídico y económico para impulsar el programa exitosamente.

¿Por qué no responsabilizar de ello al actual Ministerio de Ciencia y Tecnología? Porque me parece que esa cartera está llamada más bien a impulsar los programas nacionales de investigación y competitividad en esos campos, no a impulsar la reorganización administrativa, por más que queramos apoyar esta última en el empleo de tecnología.

Fuera del ámbito de la Administración central y descentralizada, existen tareas urgentes que realizar también. Por ejemplo, considero de la máxima importancia que el Tribunal Supremo de Elecciones dé prioridad, por medio del Registro Civil, a un programa de implantación de una nueva cédula de identidad, incorporando el almacenamiento de certificados digitales que permitan a los ciudadanos identificarse de modo seguro en transacciones electrónicas y firmar digitalmente gestiones de toda clase. Esto marcharía de la mano de una sustitución de las inscripciones de nacimientos basada en el viejo modelo de tomos y asientos físicos (lo cual podría aconsejar incluso un replanteamiento de la manera en que se forman actualmente los números de cédula), pasando a un modelo basado completamente en expedientes electrónicos.

Finalmente, no se puede olvidar la necesidad de educar a la ciudadanía en la nueva cultura de la administración electrónica. Esto no solo precisaría de desplegar campañas publicitarias oportunas a medida que se vaya introduciendo nuevos servicios, sino también de revisar los programas de educación cívica en el ámbito colegial. Ese es el momento idóneo para preparar a los futuros ciudadanos en esta nueva manera de relacionarse con las instancias de gobierno y que aprendan que ello constituye un derecho suyo más y, correlativamente, un deber del Estado. La meta es que llegue un día en que vean como cosa de lo más normal y rutinaria interactuar electrónicamente con sus gobernantes, cuándo y cómo deseen hacerlo.

16 de mayo de 2008

¡Hess-cr.com ha muerto, larga vida a Hess-cr!

Durante muchos años, Hess-cr.com fue mi hogar en la red. Allí publiqué numerosos artículos sobre temas tales como Derecho informático, derecho electoral, humanismo secular, participación ciudadana y otros. En realidad, no fue solo un canal de expresión sino también un experimento permanente en programación web y tecnologías relacionadas, en áreas como la usabilidad y la accesibilidad.

Ahora, por razones en que no viene al caso ahondar, he decidido trasladar ese recurso a esta nueva sede. No tengo claro aun si tendré la posibilidad -o la paciencia- de migrar los distintos contenidos antiguos a este blog. Lo que sí está claro es que, a partir de ahora, mis futuras publicaciones aparecerán solo aquí. En breve -tan pronto termine de afinar los detalles de configuración del blog- estaré ofreciéndoles "¿Y la agenda digital?", mi más reciente contribución al periódico La Nación.

Agradezco mucho a quienes tuvieron la amabilidad de visitarme en el sitio web anterior y espero que sigan haciéndolo aquí.

23 de abril de 2008

e-Selección

Artículo publicado en la sección "Página Quince" del diario La Nación (ver publicación original).

Estoy convencido: en Costa Rica (al menos en nuestro sector público) seguimos escogiendo a la gente a la antigua. Y esto es válido tanto para las labores más básicas como para las investiduras más altas. La cuestión es cómo escoger a las mejores personas para los distintos puestos, de un modo que satisfaga las exigencias que plantea el siglo actual. Me explico.

Hasta el siglo pasado, las personas diferenciaban más o menos claramente la vida académica de la vida laboral. Un profesional se graduaba de la universidad y se incorporaba después al sector productivo, quizás sin plantearse la perspectiva de volver a estudiar nada más en el futuro. La "etapa educativa" de su vida había finalizado. Bajo esta concepción, los títulos (licenciatura, maestría, doctorado) poseían un peso específico: a mayor grado académico, mayores probabilidades de asegurar un buen empleo, en cualquier momento.

En el siglo XXI, la frontera entre estudio y trabajo se ha difuminado, ya que ahora prima el concepto del aprendizaje continuo. En la moderna sociedad de la información, ante el crecimiento acelerado de la adquisición y generación de conocimientos, el profesional se ve ante el reto de mantener una actualización permanente, so pena de quedarse atrás. Por ello, aunque los títulos profesionales ciertamente que no han perdido su jerarquía, ahora se valoran de modo distinto: en particular, cuanto más antiguo el grado académico, más relativa su importancia, porque va decreciendo su capacidad de decirnos algo acerca de qué tan actualizados sean los conocimientos de su poseedor.

El problema es que, actualmente, los procesos de selección de personal (repito, al menos en el sector público; y -repito de nuevo- incluyendo los de designación de altos funcionarios del Estado) continúan tendiendo a privilegiar los títulos profesionales, de modo mecánico. Y, para colmo, premian también el conocimiento memorístico, porque esos procesos suelen incluir alguna clase de examen teórico, ya sea literalmente o bien a través de entrevistas que constituyen, en realidad, una suerte de examen mal disimulado.

Pero en la sociedad del conocimiento y sin dejar de lado el factor académico, domina la búsqueda del talento: la aptitud para el aprendizaje permanente y la capacidad de aplicar lo aprendido al trabajo diario, por medio de soluciones innovadoras. Esto lo saben bien y lo enseñan en los cursos superiores de administración de negocios, donde aconsejan: Si usted está en un trabajo donde no se aprende, váyase tan pronto pueda, porque si no, lo echarán. Será el resultado de la presión que ejercen los jóvenes talentos que van incorporándose a la organización, con conocimientos más frescos.

La información ya no se memoriza. Antes, por ejemplo, un abogado se esforzaba por dominar de memoria ciertas normas y precedentes judiciales clave propios de su campo particular de especialidad. Hoy, cualquier profesional en Derecho tiene acceso inmediato a volúmenes de normas y jurisprudencia empleando herramientas tecnológicas como el Sistema Costarricense de Información Jurídica y otras búsquedas en Internet.

Y, a diferencia de antes, una larga experiencia en un puesto o función tampoco vale necesariamente por sí sola, porque ante el acelerado y continuo cambio en el entorno organizacional que caracteriza a la época contemporánea, el dominio de viejas soluciones no necesariamente sirve para resolver nuevos problemas.

Ante todo esto, del mismo modo que conceptos clásicos como "gobierno" o "comercio" ceden ante los nuevos paradigmas del "e-gobierno" y el "e-comercio", los viejos modelos de la administración de recursos humanos han dado paso al de la gestión del talento humano, caracterizado por procesos de "e-selección" de personal. Por ello, en conclusión, es oportuno replantearnos la manera en que escogemos a las personas para las distintas funciones, superando esquemas que ya no resultan apropiados para esta nueva frontera.