23 de mayo de 2013

30 de junio del 2015: fecha límite para implementar IPv6 en el Sector Público

En La Gaceta N° 98 del día de hoy aparece publicada la Directriz Nº 049-MICITT del 4 de marzo del 2013, "Dirigida a definir la fecha límite para la implementación del protocolo de Internet IPv6 en el sector público costarricense". De acuerdo con el texto, "La fecha límite establecida para concluir la implementación del Protocolo IPv6, es el 30 de junio del 2015, a fin de que los usuarios puedan acceder a los servicios que por medio de Internet presten las instituciones y que todas las entidades puedan, así mismo, brindar sus servicios por medio del Protocolo IPv6".

Decreto promociona el teletrabajo en las entidades públicas

En La Gaceta N° 98 del día de hoy, aparece publicado el decreto ejecutivo N° 37695-MP-MTSS del 11 de febrero del 2013, titulado "Promoción del teletrabajo en las instituciones públicas", cuyo objeto es "promover y regular el Teletrabajo en las Instituciones del Estado, como instrumento para promover la modernización de las organizaciones, la inserción laboral, reducir el gasto en las Instituciones Públicas, incrementar la productividad del funcionario, el ahorro de combustibles, la protección del medio ambiente, y favorecer la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, mediante la utilización de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC´s)".

21 de mayo de 2013

Publican políticas de firma digital


En el Alcance N° 92 a La Gaceta N° 95 del 20 de mayo del 2013, se publicó las siguientes versiones de las políticas administradas por la Dirección de Certificadores de Firma Digital (DCFD):

1. Versión 1.1 de la "Política de Certificados para la Jerarquía Nacional de Certificadores Registrados".
2. Versión 1.0 de la "Política de Formatos Oficiales de los Documentos Electrónicos Firmados Digitalmente".

Según un comunicado distribuido por la DCFD, "Con las reglas y los cambios introducidos en la nueva política de formatos oficiales y en la nueva versión de la política de certificados, se refuerzan los instrumentos necesarios para que el Sistema Nacional de Certificación Digital, así como el ecosistema de instituciones y particulares usuarios de mecanismos de firma digital, puedan seguirse desarrollando con la fuerza y seguridad que nuestro país requiere".

16 de mayo de 2013

Sector público migra hacia "la nube"

Hoy, en La Gaceta N° 93, aparece publicada la Directriz Nº 46-H-MICITT del 9 de abril del 2013, por medio de la cual se instruye a las instituciones del sector público para que, en lo sucesivo, privilegien, "cuando sea posible y conveniente, la adquisición de soluciones de cómputo en la nube sobre otro tipo de infraestructura. Esto aplica para equipos, licencias y sistemas informáticos, servidores de hospedaje de páginas Web, servidores de aplicaciones, correo electrónico, muros de fuego, sistemas operativos, sistemas ofimáticos, bases de datos u otras tecnologías informáticas ya sea para el usuario final o para el centro de datos en sí, o cualquier otro tipo de desarrollo tecnológico. Se busca con esta directriz facilitar el acceso a plataformas tecnológicas en concordancia con los planes de modernización del Estado y garantizar su disponibilidad independientemente de ubicación física, respetando criterios de uso racional de recursos públicos".

7 de mayo de 2013

Vaya pensando en obtenerla: firma digital

"Este año, se implementarán temas que solo podrán finiquitarse por medio de este dispositivo, como la emisión de facturas electrónicas, las autorizaciones para publicar La Gaceta y otros trámites. Así como la innovación donde personas jurídicas podrán utilizar este tipo de sistema para habilitar servicios automatizados como certificaciones registrales, documentos oficiales o disponer de ventanillas digitales en varias instituciones del Estado o incluso privadas."

En el diario La República de hoy.

6 de mayo de 2013

Software dará más transparencia en elecciones

"En las próximas elecciones se contará con un sistema de software especializado que permitirá mostrar en forma instantánea mediante gráficos, los resultados del proceso electoral. Este sistema será realizado por la empresa española Scytl, la cual ganó un proceso de licitación pública y que provee de soluciones electorales a varios países e instituciones."

En el diario La República de hoy.

Elogio de la claridad

Este artículo apareció en la sección Página Quince de La Nación de hoy (ver publicación)


Hace unos años, en mi “Elogio de la brevedad” (La Nación, 5/2/09), lamentaba que, a la hora de expresarse de palabra o por escrito, algunas personas abusen del tiempo de las demás, extendiéndose en interminables letanías para decir lo que perfectamente podría comunicarse de modo sintético y directo al punto. En particular, como funcionario judicial, me referí esa vez a ciertos abogados, jueces y tribunales que parecen pensar que “la relevancia de sus escritos o fallos depende de su extensión en páginas.”

Hoy no solo sigo convencido de la justeza de esos conceptos, sino que creo necesario mencionar también el caso de quienes creen que la calidad y la importancia de lo dicen o escriben es directamente proporcional a su complejidad. Me refiero a aquellas personas –conste que no pienso en nadie en especial– que deliberadamente usan el lenguaje más rebuscado posible o tuercen la gramática para construir las oraciones más alambicadas imaginables, quizás para proyectar una imagen de sofisticación o intelectualidad.

“Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”, dice el proverbio. En efecto, la historia demuestra que, por regla general, la claridad y la sencillez al expresarse son los distintivos de una mente superior; no la oscuridad y el engorro. Y digo “por regla general”, porque hay que admitir que a veces las limitaciones del lenguaje impiden transmitir conceptos de mucha dificultad en forma llana y simple. Además, dependiendo del contexto y del público meta, en ciertos casos se impone el uso de un lenguaje técnico y riguroso; por ejemplo, en revistas y tratados científicos. Y también están los casos en que se juega con el lenguaje, bajo licencia artística. Con esa clase de complejidad no tengo problema; mi queja se aplica más bien a cuando alguien parece que se empeña en expresarse de forma incomprensible, de modo innecesario y quizás por puro lucimiento.

Cuando se habla o se escribe para el público en general, la claridad no es optativa, sino obligatoria, si de verdad se desea transmitir una idea con efectividad. Además, es una cortesía mínima hacia todos aquellos que no tenemos la cantidad de neuronas que el autor tiene (o cree tener). La nitidez también es refrescante: ¡qué agradable es leer o escuchar un buen argumento cuando se expresa de manera llana y comprensible! Por eso decía el moralista francés Luc de Clapiers, amigo de Voltaire, que “La claridad es el contrapeso de la profundidad”. Arthur Schopenhauer, por su parte, sostenía que “Se debe emplear palabras ordinarias cuando se quiere decir cosas extraordinarias”. La capacidad de comunicarse con otros de este modo, arrojando luz sobre las ideas y los conceptos, para mi es una cualidad admirable en un escritor u orador. Decir más, con pocas y sencillas palabras, es un verdadero arte.

Tal vez el problema radica en que, paradójicamente, decir las cosas claras no es necesariamente cosa fácil. Con frecuencia, es necesario repensar y reescribir algo, una y otra vez, hasta plasmar en el papel o por medio de la palabra lo que se quiere divulgar. Ese proceso exige, además, que quien se expresa haga un ejercicio de desdoblamiento y trate de ponerse en el lugar del que escucha o lee. Ello es así porque, cuando se estructura una idea, ésta generalmente es fruto de un estado mental y de una carga emotiva que es difícil –o incluso imposible– transferir al papel. Para esto puede ser útil dejar reposar un primer borrador y luego releerlo en otro momento y bajo otro ánimo, para comprobar si las ideas realmente eran tan nítidas como se pensaba al principio. La claridad hay que ejercitarla.

Ojalá nuestro sistema educativo quiera y sepa fomentar las virtudes de la claridad y la brevedad en los estudiantes, desde la niñez. Y ojalá nuestros líderes y gobernantes se propusieran también distinguirse por la llaneza y transparencia de sus palabras. Porque, después de todo, el punto de partida para el diálogo y la comprensión mutua –que son la base de la paz– es hablar claro.