15 de octubre de 2001

Tecnología para potenciar la vivencia democrática: el proyecto "Democracia Digital"

Este trabajo fue presentado como ponencia para el tema "E-gobierno" del I Congreso Mundial de Derecho e Informática, Quito, Ecuador. 15-18 de octubre del 2001.

"La capacidad del hombre para la justicia hace la democracia posible, pero es la inclinación del hombre hacia la injusticia lo que hace la democracia necesaria."

Reinhold Niebuhr (1892-1971) [1]

Orígenes y fundamento del proyecto

La Revolución Francesa legó a la humanidad, entre otros valores, los conceptos modernos de democracia y libertad. En el terreno de la relación gobernantes-gobernados, de ese movimiento nació también la idea de la personificación jurídica del Estado; piedra angular del Derecho Administrativo.

Sin embargo,

"... el Estado moderno heredó del príncipe medieval -entre otras características- la de la lejanía, el distanciamiento que ordinariamente lo aleja de los administrados. El acceso a las autoridades públicas es, por lo general, difícil y restringido. Además, la organización compleja y la existencia de una burocracia que devotamente practica lo que algunos han dado en llamar 'tramitología', hace que la interacción ciudadano-gobierno se suela caracterizar por la lentitud y la necesidad de superar innumerables obstáculos hasta lograr la meta deseada." [2]

El comentado divorcio entre los ciudadanos y las autoridades de gobierno da pie a una serie de consecuencias indudablemente negativas, incluyendo el desinterés de los primeros por la gestión pública y por lo político en general, fenómeno este último que se traduce en la apatía electoral que actualmente afecta incluso a las democracias más fuertes. En efecto, tasas de abstencionismo del cincuenta por ciento no son extrañas en sociedades como los Estados Unidos y diversos países europeos.

Estos hechos claramente conducen al debilitamiento de la democracia. No es secreto que un interés disminuido de los ciudadanos por la marcha de los negocios públicos conduce con facilidad a la corrupción y al autoritarismo.

La tecnología crea oportunidades para acercar el Estado a los ciudadanos¿Cómo revertir este proceso? En principio, la solución ideal -aunque de mediano a largo plazo- podría residir propiamente en los programas de educación cívica de niños y adolescentes, en sus respectivos centros de enseñanza primaria y secundaria. Pero, complementariamente, pensamos que la creciente difusión de la tecnología informática entre la población en general crea oportunidades nuevas e invaluables para acercar el Estado a los ciudadanos y acrecentar el interés de los segundos en la cuestión pública.

El concepto de "gobierno electrónico" gira precisamente en torno a esta concepción: la de que la tecnología en general y la Internet en particular puede aumentar y mejorar el diálogo entre gobernantes y gobernados. [3] Es posible prestar servicios directamente a los ciudadanos, informarlos más y mejor sobre proyectos en marcha, permitirles opinar sobre iniciativas legislativas, examinar y discutir la conducta de los funcionarios públicos, etcétera.

A inicios del año en curso, tres profesionales costarricenses -el politólogo Roberto Gallardo Núñez, el sociólogo Manuel Barahona Montero y quien suscribe- concebimos la posibilidad de iniciar un experimento a partir del marco teórico recién expuesto. La idea fue crear un sitio web con una doble naturaleza: por una parte, centro de acopio de recursos en línea relacionados con los temas de interés (descritos en la sección siguiente) y, por otra, revista electrónica de investigación. Fue así como nació el proyecto Democracia Digital (DD), en marzo pasado.

El sitio web de DD se ubica actualmente en http://www.democraciadigital.org

Descripción del proyecto

Democracia Digital es una iniciativa cívica, pluralista y sin fines de lucro, que surge como contribución a los esfuerzos por lograr el más eficaz aprovechamiento de los avances en la informática y las telecomunicaciones para la ampliación y el enriquecimiento de la convivencia democrática de la sociedad costarricense, de cara al inicio de un nuevo siglo.

Inicialmente, el proyecto se centró en tres áreas primordiales de énfasis:

  • Participación ciudadana. Apunta a inventariar y poner en común las fortalezas y debilidades de los diversos medios de participación con que cuenta la ciudadanía para intervenir e incidir en las cuestiones de gobierno, ya sea a nivel local, regional o nacional, así como abrir espacios de reflexión sobre los medios de mayor eficacia en términos del acercamiento ciudadanía-Estado bajo un nuevo entorno tecnológico. Son claves aquí los conceptos de gobierno electrónico (en lo relativo a la comunicación de gobernantes a gobernados) y de auditoría ciudadana (en el sentido inverso).
  • Fomento cívico-electoral. Los procesos democráticos desembocan en jornadas electorales que involucran a los organismos responsables de tutelar esas jornadas y a los formatos de representación de la ciudadanía, la cual requiere de información precisa sobre el calendario de procesos electorales, las disposiciones que regulan tales procesos y los mecanismos de participación directa e indirecta en los mismos. Y,
  • Transparencia política. En está área interesa estimular el análisis y el debate en relación con las ofertas programáticas de los formatos de representación política de nivel nacional y de su perspectiva sobre los tópicos más relevantes del desarrollo nacional, en condiciones de igualdad, esto es, con independencia de consideraciones sobre su trayectoria o caudal electoral y más allá del acartonamiento publicitario. Interesa también la promoción de mecanismos para que las personas puedan exigir de la administración pública la adecuada rendición de cuentas sobre su gestión.

Posteriormente y como resultado de la paulatina maduración del proyecto, se dispuso agregar un área temática adicional: Libertades y derechos fundamentales, cuya premisa es la que de el fomento de la vivencia democrática necesariamente involucra también la tarea de identificar y fomentar el ejercicio de los derechos inalienables de la persona.

En consecuencia, el proyecto se encuentra estructurado en secciones fijas para cada uno de los grandes temas señalados, más los siguientes espacios adicionales de apoyo:

  • Presentación: comentario editorial mensual sobre el contenido de las nuevas ediciones.
  • Cartas: incluye las misivas recibidas de lectores y visitantes del proyecto durante el mes anterior.
  • Resumen noticioso: los hechos que, durante el mes que precede, directamente interesan a los fines y contenido del proyecto.
  • Otros temas: que permite el desarrollo de la discusión en torno a aspectos puntuales que, por su naturaleza, no corresponden estrictamente a ninguna de las áreas fijas pero que los editores del proyecto juzgamos de importancia contributiva a los fines de DD.
  • Foro Digital: en el que se invita a los visitantes del proyecto a externar su criterio, no sólo sobre DD como tal sino también sobre los temas relevantes y otros aspectos de actualidad nacional e internacional.
  • Lista de correo electrónico "ddigital": por medio de la cual se mantiene a las personas interesadas al tanto de las nuevas ediciones de la revista electrónica y otros aspectos relativos al proyecto.

Evaluación de logros. Planes para el futuro.

A la fecha, el proyecto se encuentra en su octavo mes. Se ha publicado más de 40 artículos sobre temas de fondo, aportados no sólo por los editores sino también por una creciente red de colaboradores nacionales y extranjeros.

Las visitas al sitio web no se pueden considerar masivas aun. Sin embargo, han crecido continuamente de un mes a otro y actualmente muestran, en total, aproximadamente un 400% de incremento respecto del primer mes completo de estadísticas. De manera predecible, la inmensa mayoría de los visitantes son costarricenses, pero también tenemos un considerable y creciente número de usuarios extranjeros. [4]

Algunas de las expectativas iniciales del proyecto no han sido satisfechas plenamenteCoyunturalmente, ha habido la oportunidad de desarrollar experiencias muy interesantes. Entre ellas destaca la colaboración que brindamos a una Comisión Especial de alto nivel, creada para analizar una propuesta del Presidente de la República orientada a convertir nuestro actual régimen político constitucional presidencialista en un sistema semiparlamentario. A partir de un cuestionario preparado por dicha comisión para recibir el criterio de ciudadanos interesados, creamos un formulario electrónico para nuestros visitantes, por medio del cual varias personas aportaron opiniones y recomendaciones que eran dirigidas automáticamente, por correo electrónico, a los funcionarios responsables. A la conclusión del plazo fijado, se nos informó que esta iniciativa en definitiva representó la principal fuente de participación ciudadana que tuvo la Comisión. Pensamos que ello confirma nuestra tesitura en cuanto a que la tecnología efectivamente ofrece posibilidades reales de comunicación política, previamente inexploradas.

Sin embargo, algunas de las expectativas iniciales del proyecto no han sido satisfechas plenamente. En particular, en el área de "Transparencia política" esperábamos efectuar un ejercicio continuo de "Política comparativa" que no ha comenzado a rendir sus frutos. La idea aquí era lograr un apoyo directo de las fuerzas político-electorales del país para efectos de confeccionar y presentar una matriz comparativa de tesis en cada uno de varios "grandes temas" de relevancia para la ciudadanía, de cara al proceso eleccionario de febrero del 2002 en nuestro país. Infortunadamente, la cooperación requerida a ese efecto ha sido nula en la práctica. El problema pareciera radicar en la ausencia actual de programas de gobierno estructurados por parte de los partidos políticos participantes del proceso. Es factible, entonces, que a partir de octubre de este año se pueda retomar la iniciativa.

En lo que concierne al futuro, planeamos introducir una columna fija sobre temas de acontecer nacional, aportada por un colaborador externo. Del mismo modo, tenemos el plan de ofrecer mecanismos informáticos que faciliten y fomenten la posibilidad de que los visitantes de DD remitan correo electrónico a los titulares de las diversas entidades de Gobierno y del Poder Legislativo.

Conclusión

Democracia Digital es una iniciativa puramente personal y voluntaria de sus tres editores. En ausencia de ninguna clase de financiamiento o apoyo externo, el avance del proyecto depende fundamentalmente de las horas libres que modestamente podamos dedicarle.

Aun así, traducir la idea original a la realidad nos ha llenado de gran satisfacción, que se ve reforzada por los comentarios unánimemente positivos que recibimos. En gran medida, pensamos que el trabajo desarrollado hasta la fecha ya ha servido para corroborar la validez de las premisas iniciales formuladas.

Como se ha dicho,

"... para hacer posible la promesa del gobierno digital, se requiere de una serie de importantes ajustes a nivel de infraestructura técnica y jurídica. En especial, se ha destacado la necesidad de promover toda una nueva cultura de la prestación de servicios de la Administración por vía telemática. Para lograrlo, se requiere garantizar, entre otros factores: a.- el acceso pleno de los ciudadanos a la Internet (lo cual incluye familiarizar a los niños y jóvenes con la red desde la escuela y colegio); y, b.- la modernización de las estructuras estatales para su traslado a la esfera digital." [5]

Continuamos trabajando fuertemente para lograr que Democracia Digital sea una herramienta de aporte efectivo a esa "nueva cultura", en beneficio directo del fortalecimiento de las instituciones democráticas y el respeto de los derechos humanos.

Notas

  1. MICROSOFT CORP., "Encarta Book of Quotations", 2000. Traducción libre del autor.
  2. HESS ARAYA, Christian. "La promesa del gobierno electrónico", publicación electrónica del proyecto Democracia Digital. San José, marzo del 2001.
  3. VEGA B. Hannia. "La Comunicación Política Gubernamental: E-gobierno como instrumento de transparencia política", publicación electrónica del proyecto Democracia Digital. San José, abril del 2001.
  4. Fuente: WebTrends Live
  5. HESS ARAYA, Christian. "La promesa del gobierno electrónico", op.cit.

1 de octubre de 2001

Apoyo a la decisión judicial mediante intranet

Ponencia para el tema "Informática jurídica" del I Congreso Mundial de Derecho e Informática. Quito, Ecuador. También aparece en el número 106 de la Revista Electrónica de Derecho e Informática, julio del 2002.

Introducción

Este trabajo pretende examinar brevemente las posibles aplicaciones de la tecnología de intranet como herramienta de apoyo en la actividad judicial.

Se comienza por definir los conceptos técnicos necesarios. Posteriormente advertiremos acerca del peligro de confundir las posibilidades que brinda una intranet con las que provee la Internet mundial propiamente dicha. De seguido analizamos algunas aplicaciones concretas y concluimos reseñando la experiencia que en esta materia ha comenzado a generar la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica.

Aspectos terminológicos

Desde la óptica técnica, se denomina intranet a una red informática que conecta a un conjunto de estaciones cliente, empleando protocolos estándares de Internet, especialmente TCP/IP y HTTP. Por lo general, una intranet se presenta como un grupo de nodos situados detrás de uno o más muros de fuego (firewalls), conectados en el segundo caso por redes seguras, posiblemente virtuales. [1]

Una intranet puede mantener conexiones a la Internet exterior, pero sus recursos resultan invisibles a ésta, de la que se mantiene aislada por razones de seguridad.

El propósito principal de una intranet es facilitar el acceso compartido a información y otros recursos internos de una organización, así como posibilitar actividades tales como el trabajo en grupo y las teleconferencias. Mediante la técnica de "tuneleo" (tunneling), es posible incluso interconectar oficinas físicamente distantes, utilizando la red pública en conjunto con mecanismos de seguridad tales como la encriptación, para entrelazar diferentes segmentos de la intranet. [2]

Importancia de no confundir finalidades

En el diseño e implementación de intranets, es frecuente el equívoco de pensar que sirven el mismo propósito de un sitio web de Internet.

En efecto, si -por ejemplo- una empresa u organización en general desea mantener una presencia en la red mundial para dar a conocer sus productos o servicios, es natural que mantenga un sitio web descriptivo, en donde se exponga la misión organizacional, se dé a conocer la historia de la entidad, se mantenga un catálogo de bienes y servicios, etc. Esto es así porque, por famosa que sea la empresa, es probable que siempre haya personas que no conozcan esos aspectos y deseen enterarse más a fondo.

Esto podría llevar a un diseñador a pensar que, en la intranet, cada despacho debe contar con una sección igualmente descriptiva, en la que se enumere sus objetivos, estructura interna, etc. Pero aun cuando exponer esa clase de información no es en sí negativo, es necesario percibir que, por lo general, se trata de datos bien conocidos al interno de la organización y que -por ello- resultan frecuentemente irrelevantes para los usuarios.

Consecuentemente, es necesario observar que la funcionalidad de cualquier intranet radica primordialmente en ofrecer a los miembros de la organización un valor agregado que de otro modo no recibirían o que tendrían que obtener con una mayor dificultad. La intranet debe procurar poner información y servicios valiosos al alcance de la mano de los usuarios, tal que permita a éstos mejorar su desempeño, productividad, identificación con la organización y satisfacción personal.

Opciones de apoyo a la decisión judicial

En la administración de justicia, los operadores judiciales son consumidores de información tanto como en cualquier otra clase de entidad. El empleo de los recursos de una intranet en este ámbito particular cae, por tanto, dentro de las metas que se fija la informática jurídica documental o informática jurídica de apoyo a la decisión.

¿Qué clase de opciones de productividad puede ofrecer una intranet en el terreno jurisdiccional? Identificamos al menos las siguientes:

  • Mejoras en la comunicación interna: mediante el empleo de herramientas como el correo electrónico y las videoconferencias, la intranet puede incrementar dramáticamente la comunicación y el intercambio de datos (documentos, ideas, etc.).
  • Mejor coordinación del trabajo en grupo: Las intranets asimilan y extienden el concepto de groupware que se popularizó en la década pasada. En las organizaciones judiciales, no es infrecuente que equipos de trabajo (por ejemplo, profesionales asistentes de jueces y magistrados) deban laborar conjuntamente en proyectos particulares (por ejemplo, la investigación de precedentes jurisdiccionales o doctrina sobre un tema sujeto a pronunciamiento). Al permitir una más eficiente programación del trabajo en grupo -por ejemplo, coordinando reuniones o administrando versiones diferentes de los documentos de trabajo- las herramientas de intranet ayudan a incrementar la productividad general.
  • Apoyo a la gestión judicial: El operador judicial requiere un control estricto sobre los asuntos en trámite. Debe saber qué asuntos se encuentran bajo su responsabilidad, en qué estado de tramitación se encuentra cada uno, dónde se encuentran los legajos o expedientes, quiénes son las partes interesadas, etc. Mediante el software de gestión apropiado (típicamente aplicaciones de bases de datos), accesible vía intranet, es posible no solo asegurar este control sino también minimizar posibles fuentes de error (por ejemplo, copiando y pegando datos complejos como nombres, números de expediente, etc., en otros documentos).
  • Apoyo documental: La intranet permite un acceso fluido a bases de datos, colecciones de leyes, compendios de jurisprudencia y otros grandes volúmenes de datos requeridos para una acertada decisión en los asuntos sometidos al conocimiento judicial.
  • Optimización de los recursos materiales: una intranet permite coordinar el uso eficiente de recursos críticos para las administraciones de justicia. Por ejemplo, posibilita una eficaz programación del empleo de salas de juicio compartidas.
  • Ayuda en línea: una intranet es útil para conservar documentos de referencia, circulares, plantillas (modelos), catálogos de preguntas y respuestas frecuentes y otras fuentes de información de consulta usual. Estos repositorios (conocidos en la jerga como help desks pueden resultar de enorme ayuda, por ejemplo, para funcionarios judiciales de recién ingreso. Por este medio se logra desahogar el tiempo de las personas que, de otro modo, deben dedicarse a atender consultas de ese carácter. Por la misma razón, la intranet puede servir como herramienta de apoyo para capacitación de servidores judiciales en general.
  • Economía de recursos: aunque es sabido que la idea de la "oficina sin papel" ha resultado, a la larga, irreal, sigue siendo válida la noción de que el empleo de los medios electrónicos (por ejemplo, para mantener y utilizar formularios en línea) puede redundar en una apreciable fuente de economía de costos.

Experiencia de la Sala Constitucional de Costa Rica

En la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, hemos venido tratando de brindar una connotación como la descrita anteriormente a la intranet local.

A pesar de las limitaciones presupuestarias y tecnológicas, la intranet se presenta como un instrumento que cada día demuestra su funcionalidad como mecanismo de apoyo a la labor del Tribunal en general.

Algunos de los usos concretos que hemos venido ensayando en este sentido incluyen:

  1. El empleo de la intranet como un centro para la difusión y conservación de noticias internas de interés para el personal de la Sala. Tradicionalmente, el mecanismo principal para la difusión de informes de esa naturaleza ha sido el correo electrónico. Sin embargo, ese medio presenta una debilidad crucial: su carácter efímero. En efecto, la persona que recibe y lee un mensaje de email típicamente lo borra de inmediato o muy poco después, con lo cual la información se pierde rápidamente. Por ende, lo que estamos haciendo es trasladando las noticias relevantes al medio más duradero de la intranet, donde se mantienen disponibles durante todo el tiempo en que retengan interés.
  2. La conservación y consulta de las actas de las sesiones de la Sala. Mediante un formulario electrónico así como un cronograma que se mantiene permanentemente actualizado, los funcionarios de todo el Poder Judicial -no sólo de la Sala- pueden consultar dichas actas sin peligro de introducirles alteraciones y con la conveniencia y facilidad de su programa navegador de Internet.
  3. Consulta de expedientes en trámite y de la legislación y jurisprudencia almacenados en el "Sistema Costarricense de Información Jurídica" (SCIJ).
  4. Difusión de eventos especiales (por ejemplo, congresos y seminarios), así como del calendario de "vistas" (audiencias públicas) de la Sala.
  5. Publicación del directorio telefónico y de correo electrónico interno del personal. Como se trata de datos que cambian dinámicamente en el tiempo, es más efectivo mantenerlos en el medio electrónico que publicar frecuentes actualizaciones impresas.
  6. Consulta de circulares internas y materiales de ayuda en línea sobre el empleo de algunas de las aplicaciones informáticas en uso del Tribunal.
  7. Difusión de información y documentos de los diversos equipos de trabajo de la Sala.

En el futuro próximo, planeamos expandir los servicios para incluir formularios electrónicos en línea para actividades tales como solicitudes de materiales, permisos de vacaciones, etc., que actualmente se gestionan en papel.

Conclusión

La tecnología de intranet ofrece grandes posibilidades para el apoyo de la actividad judicial, mejorando la calidad de las decisiones y la productividad del trabajo en general. Lo importante es realizar una adecuada planificación y diseño conforme a los requerimientos de trabajo, para evitar caer en errores como los mencionados supra (especialmente el de confundir los objetivos de una intranet con los de un sitio web de la Internet global).

Pensamos que el futuro próximo revelará una aplicación creciente de esta herramienta, a medida que crezca la experiencia y se difundan los resultados obtenidos.

Notas

  1. IDM Intranet FAQ.
  2. Definición de "intranet" en WhatIs.com.

Inteligencia artificial y derecho

Este artículo aparece publicado en el número 39 de la Revista Electrónica de Derecho e Informática. También aparece en el libro "Derecho informático y comercio electrónico. Doctrina y legislación." Publicado por la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Lima, Perú, 2002.

Introducción

Se llama informática jurídica decisional a aquel segmento de la informática jurídica de gestión que busca incorporar la intensa investigación que se desarrolla actualmente en torno a la aplicación de medios computacionales a la resolución automatizada de asuntos, especialmente a aquellos de carácter simple o repetitivo. En otras palabras, explora la viabilidad de aplicar al derecho los avances de esa compleja área de estudio que es la inteligencia artificial.

En su sentido más amplio, la frase "inteligencia artificial" (IA) alude a la posibilidad de que una máquina pueda simular los procesos de razonamiento que caracterizan al cerebro humano. "Simular" es aquí la palabra clave. En efecto, la verdadera inteligencia es -hasta ahora al menos- una propiedad exclusiva del cerebro evolucionado de las especies superiores, particularmente de la humana. Se trata de algo tan complejo que ni siquiera los propios expertos en la materia han llegado a un consenso sobre qué es exactamente, ni mucho menos sobre cómo funciona.

Sin embargo, aunque todavía no se pueda decir con precisión qué es la inteligencia, sí hay acuerdo sobre el hecho de que ninguna computadora actual -ni siquiera la más poderosa de que disponemos- es inteligente. Ellas carecen por completo de la capacidad de resolver problemas en forma autónoma. Precisan de una programación completa y minuciosa hasta para realizar las tareas más rudimentarias. [1]

En lo que las máquinas decididamente sí nos llevan ventaja es en el plano de la velocidad de procesamiento de datos. Incluso los primeros ordenadores ya mostraban su capacidad a ese nivel. Y, desde entonces, ese poder ha ido en crecimiento exponencial. [2] Pero esta característica no debe confundirse en ningún momento con el verdadero razonamiento. Se trata simplemente de fuerza bruta -si se quiere- lo que da a las computadoras su poder y utilidad. Esto es cierto incluso en aquellos campos en que más pareciera que las máquinas desarrollan una capacidad semejante a la del intelecto humano, por ejemplo, para jugar ajedrez. [3]

Actualmente, la investigación en la IA se orienta en dos sentidos fundamentales: por un lado, el análisis psicológico y fisiológico del pensamiento humano; por otro, la construcción de sistemas informáticos, crecientemente sofisticados, que puedan imitarlo. En este segundo plano, el término IA ha sido generalmente aplicado a los sistemas capaces de ejecutar tareas más complejas que las aplicaciones ordinarias, aunque por el momento muy por debajo de lo que podríamos considerar como verdadero raciocinio. Las más importantes áreas de análisis en este sentido incluyen el procesamiento de información (escrita o hablada), el reconocimiento de patrones, las computadoras capaces de jugar y otras aplicaciones tales como el diagnóstico médico. [4]

Sistemas expertos

Es una perenne pesadilla de algunos juristas la idea de que, en el futuro, una máquina pueda resolver casos y administrar justicia. Es conocida la imagen, plasmada incluso en más de una tira cómica o novela de ciencia ficción, de dos personas que relatan sus mutuas diferencias a una computadora; ésta, pasados unos segundos, escupe una tira de papel dictando su veredicto sobre el asunto.

En realidad, desde luego, ese escenario es absolutamente quimérico y lo más probable es que deba pasar bastante tiempo aun para que estén ampliamente disponibles los recursos de hardware y de software que permitan siquiera comenzar a experimentar en una dirección semejante. Pero eso no impide que haya quienes sostengan ya que, por principio, nos debe repugnar la idea de que categorías axiológicas como la equidad y la justicia puedan convertirse algún día en provincia de las computadoras.

Sea que uno comparta ese celo -o lo considere simplemente celos- el grave problema que presenta es que da una mala imagen a las muchas valiosas e importantes aplicaciones reales que podría tener la IA en el derecho. En otras palabras, el hecho de que se considere casi intrínsecamente inmoral la posibilidad de confiar a una computadora la tarea de impartir justicia [5], hace perder de vista fácilmente aquellas áreas en las que la informática sí podría constituir una herramienta invaluable para el mejoramiento de la actividad judicial y la del operador jurídico en general. Uno de estos campos, al que dedicamos ahora nuestra atención, es el del empleo de los sistemas expertos aplicados al derecho.

Un sistema experto, en síntesis, es una aplicación informática que procura capturar conocimiento y luego utilizarlo para emular el mecanismo de raciocinio de un experto humano, para la resolución de problemas concretos. Esto se logra automatizando su procedimiento de toma de decisiones. Es decir, los creadores de sistemas de este tipo analizan no sólo lo que un experto sabe, sino además la manera en que resuelve problemas, con el fin de tratar de replicar ese proceso artificialmente.

Un sistema experto consta fundamentalmente de una base de conocimiento, un motor de inferencia y una interface de diálogo con el usuario.

La base de conocimiento es un repositorio (probablemente una base de datos o aplicación similar) en el que se procura almacenar la información sobre lo que el experto sabe. El motor de inferencia es el algoritmo o conjunto de algoritmos que implementan las reglas de razonamiento por las cuales el experto llega a sus conclusiones sobre un problema determinado. Finalmente, la interface de diálogo establece el mecanismo por el cual usuario y sistema interactúan, de manera que el primero pueda proporcionar la información requerida para la interpretación del caso y que el segundo pueda luego externar la respuesta o respuestas generadas. Usualmente, la interface se diseña de modo que el sistema formule al usuario una secuencia de preguntas, tipo entrevista, como resultado de lo cual se pueda llegar a una recomendación razonada para la solución del dilema planteado.

¿Para qué se podría querer una herramienta de este tipo? En general, la utilidad de los sistemas expertos en las diversas áreas del conocimiento -y el derecho ciertamente que no es excepción- se puede resumir en los términos siguientes:

  • Ahorro de tiempo y dinero. Puesto que, como se ha explicado anteriormente, las computadoras claramente aventajan al ser humano en términos de velocidad de procesamiento de la información, un sistema experto podría producir sensibles beneficios por el simple hecho de ofrecer respuestas rápidas (aunque fuesen puramente tentativas) a problemas determinados, especialmente si su resolución es apremiante.
  • Mejoramiento de la calidad promedio de las decisiones. El empleo de un sistema experto puede ayudar a evitar errores u olvidos que afectan la toma de decisiones y que de otro modo podrían surgir, por ejemplo, debido a la presión de trabajo o a la premura. Al poner de manifiesto el equívoco o al asegurar que el usuario no omita algún aspecto importante al formar su criterio, es de presumir que la solución a que se llegue será de mejor calidad.
  • Entrenamiento. En toda organización, la llegada de nuevos recursos humanos supone por lo general una curva de aprendizaje que cuesta tiempo y dinero. El recién llegado debe ser puesto al tanto de los requerimientos y expectativas de su trabajo. Esto usualmente supone distraer el tiempo de una o más personas para que asuman esa labor de inducción. Por tanto, si pudiésemos diseñar un sistema que se encargue de brindar al menos la capacitación básica que requiere el nuevo personal, se lograría evitar o reducir ese coste.
  • Desahogo del manejo de problemas triviales. Sin duda, lo más ventajoso para una organización es dedicar los esfuerzos de su personal más calificado al manejo de los problemas complejos, que exigen la pericia, intuición y experiencia que sólo esas personas tienen. Recuérdese que ninguna computadora es inteligente y, por más esfuerzo que se haya dedicado a la construcción de un sistema experto, es virtualmente seguro que surgirán innumerables situaciones que éste no estará preparado para atender. En consecuencia, podría resultar idóneo dedicar el sistema al manejo de casos triviales, cuya solución es bien conocida ya sea por su sencillez o por su carácter frecuente y repetitivo, y que por ello suelen resultar tediosos para las personas. De este modo se logrará liberar el tiempo de los expertos humanos, a fin de dedicarlos a aquellas actividades en que mejor se pueda aprovechar su talento y cuyo manejo, a la vez, les brinde un mayor incentivo intelectual.
  • Preservación del conocimiento del experto. Inevitablemente, las organizaciones pierden a sus expertos, ya fuere porque migren a otros empleos, se jubilen, fallezcan, etc. La partida de una de estas personas normalmente representa un duro golpe, por la falta de sustitutos idóneos y el tiempo y dinero que cuesta formarlos. En ocasiones, una persona puede resultar absolutamente insustituible, por sus peculiares atributos. La existencia de un sistema experto que capture -en alguna medida al menos- el talento del experto que se retira puede contribuir notoriamente a minimizar el impacto, no sólo conservando algo de sus capacidades sino también, como se indicó antes, colaborando en la capacitación de nuevos expertos.

Aplicaciones jurídicas

No es difícil pensar en las diversas aplicaciones prácticas de los sistemas expertos al ejercicio del derecho, sin necesidad de rayar en la ciencia ficción. Ejemplos:

  • El análisis de los supuestos fácticos involucrados en la comisión de un determinado hecho delictivo pueden conducir a que un sistema experto determine -cuando menos provisionalmente- la calificación jurídica aplicable al caso, la necesidad de dictar o no el apremio preventivo del indiciado y otros datos o recomendaciones relevantes.
  • El trámite inicial de algunos procesos relativamente simples y repetitivos (ejemplo: la ejecución de títulos crediticios como el pagaré o la prenda) podría ser dispuesto por un sistema experto al que se suministre la información necesaria vía hoja de lectura óptica u otro mecanismo similar.
  • Un sistema experto podría instruir a un recién electo miembro del parlamento acerca del trámite exigido para la presentación de nuevos proyectos de ley, e incluso preparar un borrador de la documentación necesaria, asegurando que no se omitan detalles formales de importancia.
  • Una aplicación de IA podría examinar el contenido de un documento jurídico (un texto normativo, o una sentencia quizás), para -vía el análisis de términos clave y otros elementos- establecer una clasificación o generar un sumario.

En este sentido, ya existen diversas organizaciones e investigadores dedicados al análisis de estos problemas. Entre las primeras destaca la International Association for Artificial Intelligence and Law (IAAIL), que realiza actividades periódicas y prepara diversas publicaciones sobre la materia. Es de esperar, en consecuencia, que a corto y mediano plazo estemos viendo los frutos concretos de esta interesantísima y provechosa actividad.

Notas

  1. Con ello no quiero afirmar (ni negar) que algún día no puedan las computadoras llegar a disponer de una capacidad equiparable a la de nuestro cerebro. Como se sabe, este tema es objeto de acalorados debates en pro y en contra. Simplemente prefiero evitar los absolutos en materia informática. Demasiadas personas que alguna vez profirieron un "nunca" o un "imposible" en este campo, han debido terminar tragándose sus palabras.
  2. La "Ley de Moore", así llamada en honor del co-fundador de la empresa de microprocesadores Intel que la enunció por primera vez en 1965, establece que las nuevas computadoras duplican el número de sus circuitos integrados (y consecuentemente, su poder de procesamiento) aproximadamente cada año y medio. En líneas generales, dicha predicción se ha venido cumpliendo hasta la fecha.
  3. En 1997, un poderoso supercomputador bautizado "Deep Blue" logró -por primera vez en la historia- derrotar al campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov. Un breve pero muy interesante análisis técnico de cómo se logró la hazaña aparece en Campbell, Murray, "Knowledge discovery in Deep Blue" (Communications of the ACM, volumen 42, número 11; noviembre de 1999, página 65). Esta máquina es capaz de efectuar una búsqueda de doscientos millones de jugadas por segundo, dentro de una base de datos almacenada de setecientos mil partidas de grandes maestros, evaluando cada una a través de un complejo esquema de puntuación que le permite decidir cuál parece ser la movida óptima en cada momento. Pero es evidente que en todo ese poder no figura ni una pizca de la capacidad de abstracción que caracteriza a la verdadera inteligencia.
  4. Microsoft Corp. "Artificial Intelligence". Enciclopedia Encarta 2001. Redmond, Washington, 2000.
  5. Algo así como lo que piensan muchos sobre la clonación de seres humanos.